La educomunicación es posible y lo puedo constatar en cada momento, los jóvenes están necesitados y muchas veces su resistencia no es más que el anumcio a su gran necesidad. Gritan para que todos escuchemos sus lamentos.
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Es totalmente cierto.Muchas veces cuando se nos acercan a pedir apoyo o consuelo,asumimos que sus problemas son parte de la etapa adolescente de permanentes cambios e interrogantes,y no nos detenemos a hondar en su problematica.
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